REVISTILLA SANROQUEÑA

sábado, 18 de enero de 2014

¡A DONDE LLEGA LA GENTE...!

Casi al final de la clase, cuando estábamos ensayando la obra de Dario Fo "Aquí no paga nadie", a la que sorprendentemente faltaron, sin avisar, muchos alumnos, de los que tanto se quejan "que estamos separados", sin hacer grupo..., sabiendo que desde el lunes 14 de este frio mes de enero, acordamos reunirnos todos los alumnos los tres dias de clase.
Como decía, al final del ensayo, llegó An, y cuando solo estábamos mi mujer ella y yo, me dijo que no veía bien utilizar un día de los referidos porque "no podía permitir robarles horas de ensayos al resto de compañeros, ni a mí, porque la obra que se ensayaría es un capricho de ella, independiente de las que se ensayan en el taller de teatro".
Nuevamente le expliqué los motivos por la conveniencia o no de ensayar, precisamente la obra elegida por ella, a la que accedí a dirigir fuera de horario y, al recapitular, tanto en las obras que se ensayaban, los skeches y la reagrupacion de todos los alumnos en dos días de ensayos, quedaba otro para preparar esa obra y asumirla como del taller, para escenificarla cuando fuese posible, teniendo en cuenta que como alumna, con la matrícula pagada en primer plazo, tiene el derecho a recibir las clases, y yo la obligación de impartir esas horas de clases a los dos actores que intervienen en la misma.
Convecida, a medias, me dice que acepta, pero con una condición...
Me niego a aceptar de antemano cualquier condición, como norma de respeto hacia lo que se hace, a la relación actor/director... por principios éticos; teniendo en cuenta, además, que el taller de teatro pertenece a un departamento municipal, no nuestro, y que existe un monitor contratado para ello.
En respuesta a la negativa, me dice que la condición que me iba a imponer, lo quiera o no escuchar, es: "Que ella dirigiera la obra (x). Que no admitía que yo la dirigiera, ya que tiene una idea preconcebida y la quiere dirigir ella. (¡¡¡) Asombroso.
No contenta con lo anterior, me regala gratuitamente su "juicio sumarisimo" sobre mi capacidad de dar clase de teatro, "que ella cree que no estoy capacitado para llevar tantas obras a la vez..." Esto lo encuentro verdaderamente inaudito. ¡Atreverse a valorar mi capacidad! Tenerme en tan mala estima... (???) Me presunto. ¿Quién es ella para valorar mi trabajo, mi capacidad para llever a cabo la dirección de una o más obras de teatro a la vez?
Y por si fuera poco, seguía en el empeño de hacerlo por si misma, en el taller de teatro, atreviéndose a pedirme la llave del mismo...¡Pero qué desfachatez! ¿Qué atrevimiento es éste? Pedir las llaves y el taller para dirigir esa obra de teatro; una alumna del taller..., despues de ofrecerle la posibilidad de hacerlo; cuando desechó el ofrecimiento de uno de los papeles principales en la obra de Dario Fo; de no aceptar recibir las clases uno de los tres dias de ensayo a la semana y, tampoco que la dirija yo.
Sin aceptar mi negativa, vuelve a insistir en el tema, ahora para preguntarme si podía utilizar la Asociación, a lo que le contesto que será la Asociación la que, a traves de su Junta Directiva, la que decida y apruebe seguir con ese proyecto. Si se financia y sobre todo que lo aprube la Asamblea general extraordinaria. Creo yo.
Hoy también se nos ha despedido otro alumno... el otro actor de la obra en cuestión... el desfile puede durar hasta que ya no podamos venir a dar las clases de teatro, por falta de alumnos y, por supuesto, nada de "hacer grupo". En ese caso ya se habría roto.

HASTA LA PRÓXIMA
El Gato Andaluz. 

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