REVISTILLA SANROQUEÑA

miércoles, 2 de noviembre de 2016

EL SINDROME MERCEDES-3

FASCÍCULO 3

LA ACUSACIÓN: La acusación de Mercedes o mercediana es a la de Sócrates una ignominia más de unos "políticos con trayectoria" abusones, en el caso de Sócrates (más interesando que el mío) es denunciado por tres actores o personas: Anito, Meleto y Licón. (1)

  Los cargos contra Sócrates son de dos tipo: Uno.- Los viejos cargos que le acusan de ser un criminal y un curioso que pregunta hasta al cielo y la tierra. Dos.- Los recientes cargos de corromper a los jóvenes de creer cosas sobrenaturales de su propia invención, en lugar de creer en los dioses de la polis.
  La apasionada defensa de Sócrates de ser sofista, distrae de los demás, pues los sofistas no eran condenados a muerte en Grecia; al contrario, eran frecuentemente buscados por los padres para tutelar a sus hijos, agregando que él no puede ser confundido como sofista, ya que éstos son sabios (o creen que lo son), y están bien pagados, mientras que él es pobre (a pesar de frecuentar las mesas de juegos) y dice "NO SABER ABSOLUTAMENTE NADA".

  (1) Anito: discute si la virtud puede enseñarse, a lo que Sócrates argumenta que NO, y ofrece como evidencia que muchos atenienses han tenido hijos inferiores a sus padres. Éste se ofende y advierte a Sócrates que menospreciar a esas personas le traerá problemas algún día...
Meleto: Sócrates dice de el que es un joven desconocido de gran nariz aquilina, presentando su acusación entre otros motivos por ateísmo y de corromper a la juventud mediante enseñanza... y
Licón: del que no se sabe nada mas, era representante de los oradores.

  Sobre los viejos cargos, dice: que son resultado de años de rumores y prejuicio, por lo que no pueden ser contestados desvirtuándolos como "cargos informales" y dándole una apariencia legal dice: ¿Es delito investigar los fenómenos celestes y subterráneos? Convierte así el argumento más débil en el más fuerte, que enseña a otros discípulos, y sin creer en los dioses, es decir, "es ateo". También dice que estas alegaciones nacieron de la boca de cierto poeta cómico (Aristófanes).
  Lo primero que hace Sócrates es acusar al que le acusa (Meleto) cuyo nombre significa "aquel que le importa", de no importarle las cosas que dice le importan. Interrogando a Meleto, dice que nadie corrompería intencionadamente a otro, pues correría el riesgo de que éste les dañara en el futuro... Este tema de la corrupción es importante por ser una acusación muy grave de corromper a los jóvenes enseñándoles una versión de ateísmo y porque clama que si Meleto está convencido, debe ser porque Aristófanes (autor entre otras obras: Lisístrata, Las ranas y Las nubes), corrompió las mentes de su audiencia, cuando este era joven con su obra Las nubes. 
  Así pues, Sócrates partió en una "misión divina" para resolver la paradoja de "que un hombre ignorante pudiera ser también la persona más sabia de la ciudad" e intentó demostrar que el dios se equivocaba... Tras esto, proclamándose la voz del oráculo procede a preguntar sistemáticamente a los políticos, a los poetas y a los artesanos (Anito representante de los políticos; Meleto de los poetas y Licón de los oradores), determinando que los políticos son unos impostores; los poetas no comprenden sus propias obras al igual que los visionarios y los profetas no comprenden sus visiones y,  los artesanos tampoco se libran de ser pretenciosos. Preguntándose a sí mismo si preferiría ser un impostar, como la gente con la que habla y, de nuevo hablando como oráculo, responde que NO; pues prefiere ser él mismo.

  Sócrates dice al jurado que sus mentes han  sido envenenadas por sus enemigos cuando eran jóvenes e impresionables y que su reputación de sofista ha sido impuesta por sus enemigos... maliciosamente y por envidia.
  Explica que los problemas empezaron con la visita al oráculo como cuando su discípulo -cuenta- Querofonte acudió al oráculo de Delfos para preguntar si había alguien más sabio que Sócrates, a lo que el dios respondió que no lo había. Cuando Querofonte se lo refirió, éste se lo tomó como una adivinanza, pues él clamaba no poseer sabiduría grande o pequeña, pero también que era contrario a la naturaleza de los dioses el mentir..."
  Estas preguntas indiscriminadas le ganaron la reputación de cotilla o curioso, pero a partir de ahí él interpreta su misión en la vida como la prueba de que la verdadera sabiduría pertenece exclusivamente a los dioses; que la sabiduría humano tiene poco o ningún valor.
  Al defenderse de la acusación de ateísmo, tiende una trampa a Meleto hasta que éste se contradice diciendo que Sócrates es un ateo  y que cree en semidioses y espíritus. Sócrates humilla a Meleto preguntando a la corte si éste ha pasado algún examen que muestre si sabe identificar contradiciones lógicas.
  Sócrates afirma que no ha habido mayor bien para Atenas que su preocupación por sus compañeros ciudadanos; que la riqueza es una consecuencia de la bondad... y que los dioses no permiten que un hombre bueno sea dañado por otro por el que él clama ser un tábano y el estado es un caballo perezoso que necesita ser despertado.
  Sócrates proclama no haber sido nunca profesor, puesto que no ha impartido su conocimiento a otros... Por esta razón no se le puede hacer culpable de lo que hacen otros ciudadanos... Pide acudan, si hay, testigos si han sido corrompidos yu refleja que muchos familiares si acudieron al juicio en defensa de Sócrates.
  Concluye Sócrates recordando a los jurados que no va a recurrir a los trucos comunes de llantos, ni traerá a sus tres hijos para provocar su compasión. Afirma no temer a la muerte y asegura que no actuará de manera contraria a su deber religioso (?), por lo que confiará plenamente en su sólida argumentación y en la verdad para ganarse el veredicto. El jurado, sin embargo, lo encuentra culpable por 281 votos a 275...
  Sócrates propone un castigo alternativo que no le generara popularidad. Considera que la pena podría ser una multa de una mina de plata (100 dracmas), pues no tenía suficiente dinero para pagar una multa mayor. El jurado, considerando una suma muy pequeña comparada con el castigo propuesto por la acusación, opta por la condena a muerte. Los amigos de Sócrates, Platón, Critón, Critóbulo y Apolodoro, se disponen a que se aumente la suma inicial a 30 minas, pero la asamblea no ve esto como una alternativa, por lo que se deciden por la pena de muerte bebiendo cicuta. 
  Luego de la sentencia, la alternativa propuesta enfadó al jurado y 360 votaron por la sentencia de muerte y solo 141 votaron a favor de la multa de 3000 dracmas. 
  Sócrates, respondiendo al veredicto se refirió a los que votaron por su muerte. Afirma que no ha sido por falta de argumentos por lo que ha dado como resultado su condena, sino su repulsión por rebajarse a los habituales prácticas sentimentalistas que podían esperarse de cualquiera que se encuentra ante una condena a muerte, e insiste de nuevo que la cercanía de la muerte no exime a uno de seguir el camino de la bondad y la verdad. Profetiza que críticos más jóvenes y severos seguirán sus pasos, sometiéndoles a un examen más riguroso de sus propias vidas. 

  Para aquellos que votaron a favor dice que su religión ("daimon") no quiso detenerle en su discurso pues consideraba que era la forma correcta de actuar. Como consecuencia, la muerte debe ser una bendición pues, o constituirá la aniquilación (trayendo para todas sus preocupaciones) o una migración a otro lugar en el que conocer las almas de gente tan famosa como Hesíodo y Homero o héroes como Ulises (Odiseo)
  
  Concluye la Apología de Sócrates diciendo que no guardará rencor contra los que le han acusado y condenado, y en un acto de total confianza les pide que cuiden de sus tres hijos mientras éstos crecen, asegurándose de que éstos pongan lo bueno por delante de su propio interés. 

  Al final de todo, Sócrates dice: "ES HORA DE IRSE, YO PARA MORIR, Y VOSOTROS PARA VIVIR. QUIÉN DE NOSOTROS VA A UNA MEJOR SUERTE, NADIE LO SABE, SOLO LOS DIOSES LO SABEN".

Hasta la próxima.
Fer Domingo para #ErGatoAndalú.