REVISTILLA SANROQUEÑA

miércoles, 26 de diciembre de 2012

LA PLAZA DE ARMAS

La Plaza de Armas de San Roque, casi libre de vehículos. Cerca de las fiestas de Navidad, se ordena la prohibición de entrada de vehículos y por ende los estacionamientos limitados para hacer cualquier gestión en el antiguo edificio de la Casa Consistorial, donde se encuentran las delegaciones de Universidad Popular, Educación,  Deportes, Participación Ciudadana y Minorías Étnicas; y el aparcamiento del de los funcionarios que,  desde las  7:45 hasta las 15:15 horas, están allí, y el de los vecinos de dicha plaza, que tienen vehículo y garaje...
Otra parecida ha ocurrido con la contigua Plaza de la Iglesia, donde han pintado todos los bordillos del amarillo chillón, a excepción de una parte de la misma, en lo que es la fachada de la casa de los Fernández, porque el trocito que resta hasta la esquina (El Candongo),  también está prohibido temporalmente como zona de carga y descarga, y tambien existen dos comercios y el Palacio de los Gobernadores de la Delegación de Cultura). 
Esto, aunque parezca que en principio está bien, "perjudica" a los comercios existentes en ambas plazas (Restaurante Don Benito y Bar El Balti), porque los clientes no tienen sitio dónd dejar sus coches para almorzar, cenar o tomar unas tapas en cualquiera de estos establecimientos de restauración. También perjudican a los resignados vecinos y a los funcionarios que dan vida a esa zona, de sus viviendas y de sus trabajos... Pero esto no cuenta. Se dice que la medida está justificada: "para prevenir del uso de rodamiento de vehículos en zona declaradea de Interés Histórico-Artística.
Pero se han dejado dos plazas de aparcamiento justo en los extremos de la plaza de Armas frente a las calles Carteya y Pastora... ¿Esos no estropean la plaza, o la acera que circunda la plaza en cuestión, igual en todo el perimetro de la verdaderamente plaza ovalada? 

¿No molesta ni perjudica, estéticamente, el "MAMOTRETO" que han permitido instalar en la referida zona protegida de las dos plazas?, un ARMATOSTE de esa índole en la plaza de Armas y otra FEALDAD en la plaza de la Iglesia.

¿Quién ha permitido estos dos atentados? ¿Por qué no se hace algo al respecto para denunciar el abuso en ambos casos? Y lo que es peor, teniendo en cuenta que la utilización de Vía Pública y de tres o cuatro estacionamientos públicos en la fachada del denominado BAR BALTI.

¿Que pasa, que no molesta, no afea o no estropean esos mamotretos, en esa zona, tan bonita y protegida de las dos plazas más emblemáticas de SAN ROQUE?

RECAPITULE SEÑOR ALCALDE Y QUITE TODO LO FEO instalado y déjelo como usted mismo comenzó a utilizar los aparcamientos del ant. Ayuntamiento, cuando estaba prohibido aparcar o estacionar por el Gobierno socialista anterior. ¿RECUERDA?

Hay un dicho popular...: "O TOS MOROS O TOS CRISTIANOS", pues bien, si usted o ustedes han permitido la utilizacion (por no llamarla invasion o usurpación) de la plaza de la Iglesia con ese Caseton en una parte del Casco Historico de San Roque, debe usted o ustedes permitir igualmente la utilizacion del terreno publico circundante de la Plaza de Armas y el Atrio, o quitar los dos MAMOTRETOS INSTALADOS en ambas PLAZAS PÚBLICAS.


Hasta la próxima.
El Gato Andaluz. (Fernando Domingo)

lunes, 17 de diciembre de 2012


LO QUE RECIBE LA IGLESIA DEL IRPF de todos los españoles.

"Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios", es el dicho que cuentan dijo Jesucristo a los fariseos en la Galilea del siglo I. 


LO QUE RECIBE LA IGLESIA DEL IRPF de todos los españoles.

Han pasado mas de dos mil años y, la Iglesia católica en España continúa olvidando la máxima evangélica, que ha recibido del "César" más de 10.000 millones de euros en conceptos varios. Una media de 200 euros por habitante -sea o no creyente-, que ve cómo esta importante cantidad se extrae de los presupuestos de las distintas administraciones públicas (Estado, Comunidades autónomas, Diputaciones y Ayuntamientos).
Algunos estudios publicados concluyen que: "anulando las subvenciones a la Iglesia no sería necesaria la ampliación de la jubilación a los 67 años". Cada español, sea o no católico, aporta una “dádiva anual” a la Iglesia de 260 euros, unos 1.000 euros por familia
Todo ello, sin contar con partidas "excepcionales", como la destinada al menos 60 millones de euros (en metálico o en especie) para sufragar los gastos de seguridad, limpieza, organización y cesión de terrenos de  la Jornada Mundial de la Juventud, que trajo a Benedicto XVI a Madrid y que ha fue declarado por el Gobierno como "evento de interés especial". Esto supone nuevos privilegios fiscales, tanto para la Iglesia como para las empresas colaboradoras del acto. El Ejecutivo ya ha anunciado que pondrá todo su empeño por que la visita sea un éxito. Por si acaso, el director general de la Jornada, se encargó, tras la beatificación de Juan Pablo II en Roma, de recordar al Gobierno que esperaban, cuando menos, el entusiasmo demostrado por el Premier italiano, a la hora de volcarse con el evento.
8.000 jóvenes se dieron cita en el pabellón Madrid Arena, gestionado por una empresa pública, para festejar la cuenta atrás de un evento que trajo a Madrid a dos millones de jóvenes. Rouco Varela, calificó el evento como "inconmensurable", en su homilía ante los voluntarios de la jornada de agosto, como "nuevo Pentecostés", invitando a los jóvenes a participar en otra cruzada en torno a Benedicto XVI".
Una de las partidas llega a través de la famosa casilla de la Iglesia en la declaración de la Renta, que el año pasado aportó, de forma directa a las arcas de la institución, más de 250 millones de euros. A ello hay que sumar al menos otros 80 millones que la Iglesia recibe a través de la "x" de "otros fines sociales", de la que se benefician proyectos de ONG católicas. Una cantidad que no es relevante teniendo en cuenta el total de las donaciones públicas a la Iglesia, pero que sí refleja la pervivencia de unos privilegios incompatibles con el Estado laico y que, en algunos casos, se remontan al siglo XIX.
Varios expertos en Derecho Eclesiástico, critican que la jerarquía eclesiástica "viva de las rentas de la desamortización de Mendizábal (1822)", y que los actuales Acuerdos Iglesia-Estado que consagran la financiación pública de la Iglesia, aunque también el compromiso de esta -jamás cumplido-, por trabajar en su autofinanciación son "inconstitucionales". Lo recaudado paga el culto católico o el sueldo de los sacerdotes.
Una situación que, además, genera desigualdades con otras confesiones. En la práctica, la Iglesia católica es la única religión con financiación pública. Judíos; Musulmanes y Evangélicos se reparten apenas 6 millones de euros (a través de la Fundación Pluralismo y Convivencia), mientras que la Iglesia católica recibe más de 10.000.
Ajena a estas consideraciones, la jerarquía eclesiástica ha lanzado una campaña la que anima a los contribuyentes, católicos o no, a marcar las dos casillas de la Renta, lo que supone detraer el 1,44% de los impuestos, la mitad a la Iglesia y la otra mitad a "Otros Fines". "No pagarás más, no te devolverán menos", afirma el lema de este año. Campaña "austera" como El gerente del Episcopado, sostiene que se trata de una nueva campaña "austera e imaginativa", que incide en "la impagable labor que realiza la Iglesia por la sociedad sin pedir nada a cambio".
La campaña cuenta que la Iglesia trabaja con los inmigrantes, los presos, los huérfanos o los ancianos. Sin embargo, la realidad es que todos los fondos recaudados por los obispos con la famosa casilla van a sufragar el culto católico, los sueldos de los sacerdotes y la Seguridad Social del clero. De hecho, aunque su ejemplo y su función social aparezcan en los anuncios de la casilla eclesiástica, las ONG católicas reciben su ayuda a través de la casilla de Otros fines de Interés Social. Además insistió en que marcar la X de la Iglesia "supone apostar por la familia, la educación en valores, el desarrollo de las personas y luchar contra la crisis". Una crisis que, hasta la fecha, no ha afectado a las arcas de la institución, que en los últimos dos años ha visto cómo la cantidad ingresada por el IRPF pasaba de 140 millones de euros a 253,4 millones.
¿A dónde va el dinero? Los presupuestos de la Conferencia Episcopal indican que el montante de la casilla se dedica a pagar los sueldos de los curas. Aunque no todos opinan lo mismo. Europa Laica denuncia cómo tanto la jerarquía de la Iglesia como las organizaciones católicas financiadas a través de los fines sociales, "dedican parte de sus recursos a sufragar costosas campañas para promover la represión sexual, la discriminación por razón de género u orientación sexual, contra la libertad de la mujer, contra los avances científicos o contra la eutanasia y la muerte digna".
Discriminación desde hace años, distintas instituciones, religiosas y laicas (desde Redes Cristianas a Europa Laica) claman por la eliminación de la casilla de la Iglesia en el IRPF, que consideran "una discriminación para los contribuyentes que no señalan ninguna casilla", como opinan algunos teólogos. Por otra parte, el
presidente de Europa Laica, sostiene que "con el actual sistema, el Estado conculca el artículo 31 de la Constitución que indica que todos los ciudadanos deben contribuir al sostenimiento de los gastos públicos en condiciones de igualdad".
Con motivo del arranque de la campaña del IRPF, Europa Laica ha exigido al Gobierno la eliminación de la casilla de la Iglesia católica, puesto que "refleja el apoyo preferente del Estado a la religión católica y la discriminación para los ciudadanos que aun siendo creyentes no desean que se financie la iglesia católica, para aquellos que son fieles de otras religiones y para todos los que no tienen religión".
Europa Laica rechaza también la casilla de asignación tributaria a fines sociales, porque "lo que se recauda por este concepto se entrega a organizaciones y fundaciones católicas, de ahí que la jerarquía católica anime
a marcar ambas casillas", como así sucede este año. 
Después de más de 30 años de democracia y de vigencia de una Constitución que establece "que ninguna confesión tendrá carácter estatal", las relaciones entre la Iglesia católica y el Estado español no han cambiado sustancialmente, aunque la influencia de aquella sobre la sociedad sea menor.
El incremento de la financiación de la Iglesia por parte del Estado y los privilegios económicos, jurídicos y políticos, de los que disfruta demuestra que todavía "estamos en un estado confesional encubierto", a juicio de Europa Laica. Muy lejos, cuando menos, de la separación que reivindicaba Jesús de Nazaret. Y es que el César, está demasiado cerca de Dios...

Hasta la próxima.
Fernando Domingo.